II
AIRE
Respirar
por la nariz de la noche
esta vida que somos
flotando en el mar que nos habita
nos devuelve los fragmentos
que se nos han quedado en el aire
No han habido
incertidumbres estáticas
más bien un ir y venir
de peces convencidos
de que en el tepor de las corrientes
se puede nadar en el pensamiento
tratando de conquistar
un sueño minúsculo
entre las algas aderidas al alma
Se puede ver
con claridad
esparcido sobre todo lo que fue
la cantidad enorme
de fragilidades
en medio de los remolinos del pecho
cuando los errores cometidos
se convierten en un río crecido
que sin piedad deja un lodasal a su paso
Ver con los ojos del sol naciente
nos regresa a la novedad
al asombro de haber superado
una tiniebla empecinada en mentirnos
acerca de la esperanza
una tempestad que gritaba muerte
y que se carcajeaba en nuestra cara
pensando que así
sucumbiríamos ante ella
III
TIERRA
Contarte acerca de quién soy
cuando somos los dos
es una empresa de hormiga obrera
con una hoja en su espalda
cuidando el jardín
del hogar que nos habita
es un vuelo incansable
de abeja recolectora
desde las cineas multicolores
hasta el néctar denso y viscoso
de nuestros dias
es un vuelo de golondrina
que sabe
que le pertenece al cielo
por eso arriesga ascensos y descensos
siendo capaz de planear
despidiendo así nuestros inviernos
I
AGUA
Huele a tierra mojada
después de la lluvia
tu cuerpo de hoja verde
tu flor de granada
en la boca
La humedad evaporada
de los poros de tu piel
es la victoria sobre el cansancio
destilada
en hilos de saliva
tejiendo telarañas de besos
con perlas de rocío
Amaneció
sí
después del torrencial aguacero
que hizo de nuestras venas
crecidas de ríos imponentes
los ví desde la cama
corrían caudalosos
hasta nuestros cabellos
cual mares sobre la almohada
La tierra mojada
la arena empapada
los ojos húmedos
hojas verdes en la noche
granada roja en la boca
©hebemunoz
IV
FUEGO
Por más dias de cara al sol
aún con el alma descocida
quemamos las naves
defendiendo el latido
del rojocorazónvivo
en lo sagrado atemporal
por lo sangrado vivificador
Por el calor y la luz
ardemos en el centro purificador
del mirarnos a los ojos
sin cenizas
Llamamos las cosas por su nombre
amor al volcán
y a los besos
lava
ardor al abrazo
llamaradas
a ese persistente
movimiento transformador
que nos da forma
así recuperamos
las chispas dispersas
de quienes somos
sin que se opongan
los miedos
ni los otros
ni otra cosa
ni nos morimos
ni nos iremos
ni qué dirán
la permanencia
es no prescindir del viaje
ni renunciar a la dicha de renacer
Que nos encuentren los siglos
trasnochados y con sueños
bajo el incendio del alba
propagada en punta de estrellas
Que nos encuentre
sí
que nos encuentren
frente a esta hoguera
ardiendo
©hebemunoz
EL CUERPO, EL ALMA, EL ESPíRITU Y LA MENTE
V
EL CUERPO
Mis huesos contenidos
en esta estructura compleja
donde cada órgano palpita
junto a cada célula que se mueve
y en todo tejido se entreteje del sabernos
bailan al son de las canciones
que salen de tu boca
Mis pies se mueven ligeros
tibios y desclazos
sobre la dicha de tu presencia
al ritmo de tus labios
que hacen nido en mis orejas
Todo deja huella en mi piel
El tacto y el contacto
delinean la forma del espacio que ocupo
con enigmas de fluir de sangre
proclamando lo tangible
de la sed
Se me queda
tu rostro entre la manos
lo blando y lo duro entre los dedos
cuál memoria de la noche interminable
y de la luz que lo borra todo
©hebemunoz
VI
EL ALMA
Cuántos son los siglos
que han pasado
desde el inicio del vuelo
Polvo viento
mucho
muchísimo